LEÍDO EN EL DÍA DE CÓRDOBA
El exdirector general de la Unesco entre los años 1987 y 1999 y actualmente presidente de la Fundación Cultura de Paz, Federico Mayor Zaragoza, alertó ayer de las consecuencias que pueden ocasionar las malas prácticas ejercidas sobre la gestión de la Mezquita-Catedral de Córdoba que podrían suponer "declararla monumento en riesgo". Según Mayor Zaragoza, "si no se corrigieran" tales malas prácticas "y dejara de ser un ejemplo a escala mundial de conciliación, de convergencia y de convivencia, entonces es probable que la Unesco procediera a retirar esta denominación".
Mayor Zaragoza fue uno de los principales impulsores de la declaración de la Mezquita-Catedral de Córdoba como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ya que era director adjunto de la Unesco en 1978. Ahora subraya que la organización internacional hace este tipo de distinciones a los lugares que se caracterizan por su "excepcionalidad". Más allá de la singularidad histórica y artística del principal monumento cordobés, este "lo es también desde un punto de vista de derechos humanos", según indicó Mayor Zaragoza, puesto que "es un ejemplo a escala mundial de conciliación, de encuentro entre dos religiones distintas, donde se logra que convivan, por eso esta denominación de Mezquita-Catedral es intocable".
Sobre la dimensión universal del edificio, el exdirigente de la Unesco dijo que al hablar de Córdoba en cualquier parte del mundo una de las cosas que surgen es que "se puede convivir respetando ideologías y religiones. Que el diálogo intercultural, interreligioso e intrarreligioso es posible". En cuanto a la gestión que la Iglesia Católica realiza en la Mezquita-Catedral, Mayor Zaragoza aseguró que, "aunque la Iglesia tenga como institución el cuidado de este lugar, no es de la Iglesia, es un Patrimonio de la Humanidad, de toda España y de todos los cordobeses". En este sentido, recordó que las administraciones "deben vigilar, en nombre de todos los ciudadanos, que las cosas se hagan como se tienen que hacer".
En cuanto a las medidas que cabría adoptar para que el monumento no sea declarado "en riesgo", Mayor Zaragoza señaló que habría que plantear la cuestión "de la manera más académica posible" y evitar cualquier paso en falso, "que podría tener consecuencias inmediatas". Así, cree que la solución pasaría por un acuerdo que reflejara los motivos excepcionales por los que se concedió esta designación tan importante y que éstos "se respeten por todos".
El arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, también abordó ayer la polémica sobre la titularidad de la Mezquita-Catedral y recordó que él dirigía la diócesis cordobesa cuando, en 2006, el templo fue inscrito en favor de la Iglesia "en el Registro de la Propiedad". "Hay suficientes títulos históricos y jurídicos", defendió sobre el papel de la Iglesia como titular del templo.
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