El consumidor español valora el aceite de oliva por encima de cualquier otro alimento pero sin embargo es prácticamente un analfabeto a la hora de distinguir la calidad y la variedad de estos aceites de oliva. Esta es una de las principales conclusiones de un estudio realizado por la Asociación Española de Municipios del Olivo, que dirige la presidenta de la Diputación de Córdoba, María Luisa Ceballos, y que, por primera vez, ha realizado una encuesta estadísticamente significativa, a pie de lineal, en algunos de los principales centros de venta de aceite de oliva en España.
En esta encuesta, realizada en colaboración con la publicación especializada Mercacei y con la colaboración del IFAPA a través de su centro en Los Palacios (Sevilla), se ha medido el conocimiento de los españoles sobre los distintos aceites, sus hábitos actuales de consumo, el precio que están dispuestos a pagar por él en plena crisis y se han analizado los resultados segmentando las respuestas por ciudades, sexo, edad o centros de compra.
José María Penco, uno de los responsables del estudio, asegura que «una vez analizados los resultados, la sensación final arroja un sabor agridulce, porque si bien el estudio constata que el consumidor nacional ama y valora el aceite de oliva como ningún otro alimento, al mismo tiempo nos ratifica que su desconocimiento sobre el producto es cuando menos alarmante».
Entre las principales conclusiones destaca que «los consumidores españoles tienen una alta consideración sobre los aceites de oliva como alimento y que la inmensa mayoría sabe y valora que es la grasa más sana, la utiliza para casi todo en su cocina e incluso muchos de ellos están dispuestos a pagar por él más de lo que se piensa». Como muestra de ello, en la encuesta, el 98% considera que el aceite de oliva es la grasa más sana, frente a sólo un 2% que estima que lo es la del girasol u otros aceites.
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