Tras las magníficas cifras recogidas en la pasada campaña del olivar, con 362.000 toneladas, las previsiones para este año son bastante pesimistas. Según el balance agrario realizado por el presidente de Asaja-Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, la cosecha de aceitunas se prevé «mala» por culpa de los golpes de calor que tuvieron lugar en abril y mayo pasados y que acabaron con una parte importante de la floración.
«Sería temerario hacer una valoración ahora de la cosecha que vamos a tener, pero contábamos con unas buenas previsiones y se han echado por tierra», comentó. De hecho, donde se produjo una floración adelantada, como es el caso del Alto Guadalquivir y el Guadajoz -donde se afincan las denominaciones de Montoro-Adamuz y Baena, respectivamente,- «los calores han dejado la cosecha limpia allí», mientras que el resto de la provincia «muestra una carga media», abundó. En este sentido, la suavidad del verano puede permitir que el resultado final no sea un desastre y para el mes de septiembre se podrán realizar las primeras estimaciones.
Del resto del agro cordobés, la situación varía mucho dependiendo de la producción. Así, por ejemplo, el ibérico, según Fernández de Mesa, parece estar remontando el vuelo, tras los pésimos resultados de los últimos años de la crisis, con precios que entre enero y abril se han mantenido en los 3,4 y los 3,6 euros por kilo para el de bellota de Denominación de Origen.
«Hay que felicitar a la Denominación de Origen Los Pedroches porque en la campaña 2013/14 ha certificado 32.500 piezas, un 89% más, y la exportación de su productos amparados creció un 10%», comentó el presidente de Asaja. De igual modo, el vacuno de carne sostiene los precios (2,8 euros por kilo), con una balanza comercial positiva y un aumento de las exportaciones -a Rusia, Hong-Kong, Libia y el Mediterráneo sur- del 12,9%.
El sector lácteo, por su parte, ha mejorado la producción y mantiene la demanda, con un incremento del consumo de la leche envasada de un 1,3% y de la semidesnatada en un 4,2%. «Los precios han mejorado moderadamente y los costes han bajado algo, con lo que lasituación se equilibra», apuntó Fernández de Mesa.
Cereales
En cuanto a los cereales, el producto estrella es el trigo duro, que ha visto aumentar su precio entre enero y julio en 46 euros por tonelada hasta alcanzar los 303 euros. No obstante, el calor supuso una merma de la producción del 16% al pasar desde las 150.000 toneladas de 2013 a las 126.000 actuales. El trigo blando, entre tanto, con 117.000 toneladas repartidas en 33.000 hectáreas, bajó sus precios entre enero y julio un 15%, hasta quedar en 186 euros por tonelada.
Los ajos también se revitalizan. Se recogieron 33 millones de kilosde las 3.500 hectáreas que hay, de los que el 80% se han exportado y, además, los precios pasaron de los 50 céntimos cuando comenzó la cosecha a los 90 por kilo de ahora.
Un sector que sigue sufriendo en extremo la crisis es el de loscítricos, repartidos en 13.000 hectáreas. Las altas temperaturas de abril y mayo dañó también el proceso de floración, si bien dejará una cosecha parecida a las de 2013. No obstante, los precios siguen muy bajos y en caída: la Valencia late pasó de 25 céntimos por kilo en 2013 a 18 céntimos este año o la naranja industrial late perdió hasta cuatro céntimos, quedándose en los 11 actuales.
De igual modo, la meteorología afectó a los frutales (el granizo del pasado 24 de junio tocó el 80% de los ciruelos) y los precios están tan bajos que se están arrancando melocotoneros y nectarinos, y laviña parece que tendrá una merma del 20% respecto de la cosecha anterior (54 millones de kilos).
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