Los cines de verano vuelven a Córdoba

Concretamente, entre el 25 y 26 de junio. Esta propuesta se ha convertido con los años en una cita ineludible para todos los cordobeses.Sus puntos fuertes: un cine de calidad con una cartelera cada vez más actualizada, unos precios muy reducidos que no sobrepasan los 4 euros y la sensación de disfrutar de una película al aire libre con una temperatura más que agradecida. El responsable de los cines de verano de la zona del Casco histórico, Martín Cañuelo, comenta que los cines que gestiona son de los «más antiguos» de España y lo característico es que, a día de hoy, se mantienen todavía abiertos. Recuerda perfectamente sus fechas. El primero, el Coliseo San Andrés, se inauguró en 1935, seguido de Las Delicias en 1943,Fuenseca en el 45 y Olimpia en 1947. Todos ellos, formaron parte de los hasta 30 cines de verano que hubo en Córdoba por la época de los años 60.  Fue una actividad muy extendida en muchas ciudades de Andalucía y parte de Levante que tenían veranos muy largos y calurosos. La apertura de estos solares, antiguos huertos o patios grandes de casas de vecinos, contribuyeron a mejorar la calidad de vida de las personas y se convirtieron en una «diversión» en su rutina.


A principios de los años 70, sufrieron un declive debido a la urbanización de la zona en la que se encontraban y que provocó el cierre de alguno de ellos. Sin embargo, la tradición ha hecho que estos cines perduren hasta nuestros días. Los cines de verano en general y, en particular, los de Córdoba cuentan con grandes espacios con mucha arboleda y vegetación que ayudan a refrescar el ambiente. A ello, se le complementa un bar que ofrece productos a un precio asequible junto a veladores para poder cenar durante el transcurso de la película. Asimismo, puntualiza este empresario que el de San Andrés es «más especial aún» porque es un patio de una casa típica andaluza, con la peculiaridad de contar con un escenario para la realización de conciertos y actuaciones teatrales aunque «ahora mismo no está en uso». En este entorno, el cine de verano se ha fijado como un lugar de encuentro de público muy diverso, de todas las edades y familiar que agradece disfrutar de una «programación actual, atractiva y variada a precios populares y con una temperatura fresquita para combatir esas noches de temido calor».


«Cine a la luz de la luna» es el eslogan con el que se anuncian e intentan captar la atención de todo tipo de gente(desde los aficionados a los más cinéfilos) a través de una cartelera más moderna, ya que el cliente demanda «lo último» que se promociona en televisión. Pasen y vean.