miércoles, 9 de marzo de 2011

Pastel Cordobés


Hoy os traemos el postre más cordobés de todos, sin duda un manjar que no puede faltar en ninguna casa el día de San Rafael. Pero no sólo ese día, sino cualquier tarde es habitual ver a los cordobeses comerse este dulce junto con el cafelito. Esta receta que os proponemos incluye jamón del Valle de los Pedroches, pero también se hace sólo con cabello de ángel. En nuestro caso haremos la receta más completa, os aseguramos que os va a gustar.



Ingredientes
Para el hojaldre 
- 200 gramos de harina
- 5 gramos de sal
- 100 cl. de agua
- 200 gramos  de manteca de cerdo
 
Para el relleno
- 200 gramos  de cabello de ángel
- 20 gramos de jamón del Valle de los Pedroches
 
Para finalizar el pastel cordobés
- Azúcar
- Canela  molida Suficiente para ponerle una capita por encima de los dos ingredientes mezclados.

Elaboración

Para el hojaldre ponemos en la mesa de trabajo la harina, la sal y el agua. Amasamos  para que nos quede una masa que se estire bien  con el rodillo. Estirada la masa por completo le ponemos la manteca estirada encima de la masa se dobla por la mitad y damos otra vuelta lo mismo. En total cinco veces o plegados. Hacemos dos bolas iguales y las estiramos en redondo. Tiene que quedar de medio centímetro de grosor aproximadamente, 

Repartimos el cabello de ángel por la primera capa de hojaldre, bien extendida.  Y si queremos le ponemos unas lonchas de jamón del Valle de los pedroches, en algunas pastelería clásicas de Córdoba así lo hacían.
Cubrimos con la segunda capa y sellamos las dos capas dándole un retorcido al filo en forma de trenza.



Metemos al horno precalentado  180º C, 20 minutos. lo tomamos casi siempre con una copita de Pedro Ximénez, néctar de Córdoba

 
Maridaje
La unión del PX con cualquier postre es ya de por sí una suerte de poder probarlo, pero uno de los maridajes estrella de este vino de pasas es precisamente con el pastel cordobés, dos productos de bandera típicamente cordobeses.
 
El dulzor del pastel, del cabello de ángel se ve reforzado por el del PX, con la sensación aterciopelada y untuosa ocurre lo mismo, pero el amargor elegante y la acidez del PX aportan el equilibrio necesario para no resultar demasiado empalagoso y pastoso.
 
No digamos de la combinación de aromas, los aromas dulzones a frutas ácidas maduras, como pomelo, melocotón, etc., se unen a los aromas de dátiles, pasas, higos, tostados, etc. del PX haciendo de esta combinación una fiesta sensorial.


¿Os animáis a hacerlo? Esperamos vuestros comentarios del resultado. 

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